Uno de los secretos mejor guardados por los monjes Zen es el té matcha. Muy rico en antioxidantes, previene el envejecimiento, reduce la inflamación y ayuda a perder peso. Contiene L-teanina, aminoácido que relaja y da energía sin agotar.
Cuando haces una taza de té verde sólo se puede extraer una fracción de sus beneficios, ya que la mayoría de los nutrientes se quedan en las hojas de té. La única manera de aprovechar todo el potencial de vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos es consumir toda la hoja.
Básicamente el té matcha es la hoja entera del té verde, que se muele para obtener un polvo fino y verde intenso que multiplica los beneficios del té verde. Un vaso de matcha equivale a 10 vasos de té verde en contenido de antioxidantes y valor nutricional.
Aunque el té molido tiene su origen en la China, fueron los monjes Zen del Japón los que popularizaron la tradición. Durante largas horas de meditación tomaban matcha para permanecer alertas y tranquilos favoreciendo la concentración y la claridad de la mente sin la energía nerviosa del café.
Aunque todos los tés vienen de la misma planta, camellia sinensis, la diferencia clave entre el té verde japonés y otros tés (negro, oolong y té verde chino) es que las hojas del el té japonés son vaporizadas después de la cosecha para prevenir la oxidación. Gracias a la vaporización y en parte al proceso de enrollado posterior, gran parte del color verde, fragancia y componentes nutricionales naturales de las hojas son retenidos.En cambio, el té verde Chino se seca en el sartén.
Efectos secundarios del té matcha
Aunque el té matcha es generalmente considerado seguro, puede tener en algunas personas efectos secundarios de leves a graves, debido a su alto contenido de cafeína.
Si tienes algún transtorno cardíaco, enfermedad renal o úlcera de estómago, deberías evitar el consumo de cualquier forma de té, incluyendo matcha.