Hace rato que se viene hablando sobre los beneficios, a todo nivel, de la meditación. Y hoy sabemos que hay muchas maneras de hacerlo. No es necesario, como antes creíamos, encerrarse en un templo alejado de la civilización para poder meditar. Se puede hacer hasta en movimiento, como en el caso del yoga.
Empecé hace seis años y noto los cambios. Tan así que no me imagino vivir sin meditar. He probado muchas formas de hacerlo y de hecho voy cambiando las técnicas. Ahora estoy trabajando con las meditaciones de Fresia Castro y la glándula pineal y me encantan.
Como dato interesante les cuento lo que nos pasa cuando meditamos:
3 minutos de meditación: mejoran el campo electromagnético del cuerpo
11 minutos: cambian el sistema glandular
31 minutos: los fluidos del sistema glandular han llegado a todo el cuerpo
62 minutos: cambian la materia gris del cerebro
2 horas y media: cambian las células y los tejidos del cuerpo y reconstruyen todo el sistema. La persona es reconstituida tal como si hubiera estado en el útero
La clave está en hacerse una disciplina. Pruébalo. Te va a encantar!